Benditos sean nuestros hijos,
quienes nos enseñan con ternura e inocencia
la sabiduría de la Naturaleza;
benditas la madres,
quienes nos abrimos dulce e irremediablemente
al cuidado de otro ser,
sabiendo que nos hacemos pequeñas mientras ellos se hacen grandes...
(autor desconocido)
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