jueves, 21 de agosto de 2008

Cuando esperás a tu segundo hijo...

La felicidad y el amor que su primer hijo trajo a su vida son inconmensurables, y ahora el hecho de enterarse de que está esperando un segundo bebé le colma de ilusión pero también de cierta inquietud. Aunque ya ha pasado antes por un embarazo y un parto, ahora tiene responsabilidades añadidas a la hora de prepararse para la llegada de su segundo hijo.
Afortunadamente, prepararse para la llegada del segundo hijo puede ser tan gratificante y especial como la primera vez. Ayudar a su hijo mayor a entender qué puede esperar puede mitigar la ansiedad de ambos, y ser consciente de los cambios que supondrá el hecho de tener otro hijo es la mejor forma de prepararse y de preparar a su hijo mayor para el feliz acontecimiento.

¿Qué cambiará?

Traer al mundo a un segundo hijo y cuidar de dos hijos puede imponer bastante al principio. Su mejor opción será organizarse bien antes de que nazca el bebé, aunque esto pueda parecer un poco más desafiante de lo que le pareció la primera vez que tuvo un hijo.
Puesto que tendrá el tiempo más limitado, estará más ocupada y tendrá que hacer malabarismos con sus horarios, las horas de dormir y de comer fluctuarán y dependerán en gran medida de la edad que tenga su hijo mayor.
También se cansará más fácilmente, incluso antes de que nazca el bebé, ya que cuidar de su hijo mayor estando embarazada consumirá gran parte de su energía. Tras el nacimiento, las primeras seis a ocho semanas pueden ser particularmente agotadoras, porque su principal tarea consistirá en intentar que su hijo menor desarrolle un patrón regular de alimentación y de sueño, al tiempo que anticipa las necesidades y emociones cambiantes de su hijo mayor.
Uno de los cambios positivos que traerá consigo el nacimiento de su segundo hijo será una mayor confianza en sus habilidades, experiencia y conocimientos relacionados con la maternidad. Es decir, cosas que le parecían tan complicadas cuando nació su primer hijo –amamantarlo, cambiarle los pañales, bañarlo, cuidarlo cuando se ponía enfermo- le parecerían “coser y cantar” en vez de obstáculos infranqueables.


¿Cómo le afectará a usted?


La llegada de un nuevo bebé a la familia le afectará de muchas formas diferentes –algunas físicas y otras emocionales. Estar agotada y sentirse un poco ansiosa es algo normal cuando nace un segundo hijo.
La "tristeza posparto" puede ser una experiencia un tanto intimidante, pero usted no tiene que afrontar sola esos sentimientos de desaliento y depresión. Hable con su médico sobre sus síntomas. Es importante distinguir entre un caso típico de "tristeza posparto", que se suele superar en pocas semanas, y la depresión posparto, un trastorno grave que puede desembocar en problemas afectivos y de de sueño si no se trata correctamente. Si empieza a sentirse muy deprimida o ansiosa o a pensar en hacerse daño a sí mismas o hacerle daño al bebé, pida ayuda a su médico inmediatamente.
Desde el punto de vista físico, lo más probable es que se sienta dolorida y agotada, particularmente si tiene un parto difícil o un parto por cesárea. Esto convertirán las tomas nocturnas en algo especialmente duro, sobre todo si opta por la lactancia materna.
Pedir ayuda a una “doula” o acompañante durante el día puede permitirle descansar y a dormir, dos necesidades fundamentales durante el posparto. En muchos países existe la figura de la “doula” que es una mujer cuya formación especializada en cuidados maternales y perinatales la capacita para cuidar de la madre y el bebé durante el par de semanas inmediatamente posterior al parto.
Si usted trabaja fuera de casa, tal vez le asalten dudas sobre su futuro profesional. Tomar una decisión sobre cuándo reincorporarse al trabajo es algo muy importante; pida apoyo a su familia y a sus amigos a la hora de sopesar todas las opciones posibles.
No se sorprenda si le preocupa el proceso de formación del vínculo con su nuevo hijo. Tal vez le resulte difícil hacerse a la idea de que sentirá tanto amor por el recién llegado como el que ahora siente por su hijo mayor –pero lo hará. Como suelen comentar tanto las madres como los padres, el amor paterno se duplica cuando nace un segundo hijo.
Se dará cuenta de que tendrá muy poco tiempo para sí misma o nada de tiempo en absoluto durante los meses inmediatamente posteriores al parto. Es posible que las noches sin dormir y las tensiones de cada día le superen, de modo que asegúrese de reservarse un tiempo "de soledad" y hacer de ese tiempo una prioridad. Asimismo, usted y su pareja se darán cuenta de que apenas pasan tiempo los dos a solas, así que asegúrese de programar alguna cita ocasional en cuanto se normalice la situación y se asienten las cosas.

Ayude a su hijo mayor a adaptarse a la nueva situación

Su hijo mayor experimentará diversas emociones; se sentirá celoso e ilusionado al mismo tiempo, y hasta es posible que sienta cierto rencor o resentimiento contra el recién llegado. Los niños pequeños no son capaces de verbalizar sus sentimientos y pueden manifestar regresiones en su comportamiento tras el nacimiento de un hermanito. Pueden volver a chuparse el dedo, empeñarse en volver a tomar el biberón, volverse a orinar encima y comunicarse utilizando el habla infantil propia de los bebés para llamar la atención.
Los niños pequeños también pueden expresar sus sentimientos poniendo a prueba la paciencia de sus padres, portándose mal, teniendo rabietas o negándose a comer. Estos problemas suelen ser transitorios, pero el hecho de preparar a un niño con antelación puede ayudarle a hacerse a la idea de que va a atener un hermanito y a adaptarse mejor a la nueva situación familiar. Una buena idea es instarle a desempeñar el papel de hermano mayor.

Puede conseguirlo de muchas formas diferentes, por ejemplo:

* Deje que su hijo mayor elija artículos para decorar la habitación de su nuevo hermanito. Si los dos hermanos van a compartir habitación, esto será especialmente importante.
* Encuentre un regalo especial que su hijo mayor quiera compartir con el bebé, como uno de sus libros o juguetes preferidos, o una fotografía suya que le haga ilusión colocar en la habitación del bebé. También puede apetecerle regalarle algo a su hijo mayor, como una silla especial para que se siente en ella mientras usted amamanta al bebé.

* Resérvese un tiempo especial para estar a solas con su hijo mayor. Pueden acercarse a la biblioteca, ir a comprar al supermercado o, simplemente, puede leerle unos cuantos cuentos más a la hora de acostarlo. Su pareja puede colaborar encargándose del cuidado del bebé durante esos ratos.
* Léale cuentos a su hijo o represéntele historias que le darán a entender los cambios que van a ocurrir en la familia. Hay varios libros escritos especialmente para niños pequeños que van a tener un nuevo hermanito que pueden ser de gran ayuda. Vaya a una librería y pídale al librero que le recomiende títulos específicos.
* Prepare a su hijo mayor para lo que podrá esperar cuando llegue a casa el bebé. Esto implica explicarle que el bebé llorará, dormirá y necesitará que le cambien los pañales frecuentemente, así como asegurarle que, a pesar de que el bebé reclamará gran parte de su atención, seguirá quedando mucho tiempo y mucho amor para él.
* Refuerce el papel de su hijo mayor en la familia. Dígale a su hijo que será el “hermano mayor” o la “hermana mayor” del nuevo bebé, y deje que vaya haciendo sus pinitos con su nuevo rol. Considere la posibilidad de que su hijo mayor la acompañe a alguna de las visitas prenatales o de dejarle estar presente en alguna ecografía. Si va a dar a luz en un hospital, infórmese sobre la política de visitas tras el nacimiento del bebé.

La llegada de un nuevo bebé a la familia representa un gran cambio en la vida de un niño, de modo que sería sensato que pospusiera la introducción de otros cambios importantes en la vida de su hijo. Probablemente no sea el mejor momento para enseñarle a usar el váter, empezar a hacer la transición del biberón al vaso o matricular a su hijo mayor en un centro de preescolar donde estará separado de usted gran parte del día por primera vez. La consistencia ayudará muchísimo a que su hijo se adapte sin problemas a la llegada de un nuevo miembro a la familia.

Los hermanos mayores desempeñan un papel muy especial en la vida de cualquier niño, de modo que no deje a su hijo mayor al margen de la toma de decisiones. Con tanta atención centrada en el recién nacido (las visitas de los familiares, muebles nuevos, ropita nueva para el bebé, juguetes…), es fácil que su hijo mayor se sienta ignorado o dejado de lado. Asegúrele a su hijo mayor que es tan especial como el recién llegado dejándole participar en las actividades relacionadas con el cuidado del bebé.

Consejos para afrontar mejor la situación

Hay varios consejos que le pueden ayudar a afrontar las responsabilidades añadidas de tener un segundo hijo. Algunos de ellos se refieren a cosas que podrá hacer antes del nacimiento del bebé.

* Llene la casa de alimentos listos para comer o de preparación rápida. Si tiene ganas de cocinar, haga el doble de comida y congélela porque, cuando haya nacido el bebé, le resultará sumamente difícil encontrar energía al final del día para ponerse a cocinar. Tenga en casa los menús de algunos restaurantes u otros establecimientos que preparen comida para llevar, incluyendo unos pocos que repartan la comida a domicilio.
* Reorganice la habitación de la colada, reservando un cesto para cada niño a fin de que le resulte más fácil encontrar y doblar la ropa. La acumulación de coladas suele ser la principal queja de las madres que tiene bebés de pocos meses –parecen cuadruplicarse cuando llega un nuevo bebé, de modo que ahora es el momento de organizarse.
* Si es posible, utilice artículos que ya tenga en casa o que otros miembros de su familia estarán deseosos de compartir con usted, en vez de verse obligada a salir a comprarlo todo nuevo. Los artículos de segunda mano, como las cunas, los moisés, los cochecitos, las tronas y la ropita del bebé, pueden ayudarle a ahorrar tiempo y dinero.
* Agasájese con unos cuantos vídeos, y no los vea hasta que haya nacido el bebé. Le ayudarán a aceptar las tomas a altas horas de la noche.
* Guarde en el coche una bolsa de pañales llena de todos los extras necesarios para estar siempre preparada. Muchas madres guardan también en el coche una bolsita de juguetes para el hermano mayor y una bolsa de pañales, toallitas limpiadoras y una manta extra para el bebé.
* Tenga un libro o una caja de juguetes a mano en su habitación, el cuarto de estar e incluso el lavabo o la habitación de la colada, para poder ofrecerle a su hijo mayor algo con que entretenerse si surgiera algún problema inesperado.
* Pida a algún familiar que pase varios días en su casa tras el nacimiento del bebé si a usted no le incomoda su presencia. Esa persona no solo lo hará encantada, sino que usted podrá disfrutar del descanso que tanto necesita.
* Si se lo pude permitir, contrate a un canguro o a una persona que se encargue de las tareas domésticas para que venga a su casa una vez por semana durante un par de meses después del parto para que le eche una mano con tareas que son demasiado agotadoras para su estado.
* Infórmese en el centro de servicios sociales o religiosos más cercano. Hay una gran cantidad de programas y clases que ofrecen actividades y apoyo social para familias con niños pequeños.
* No se olvide de cuidarse y de atender a sus propias necesidades. Mímese un poco, incluso con algo tan simple como cortarse el pelo o darse un baño con velas y música, para ayudarse a relajarse tras un día agotador.

Una vez usted y los demás miembros de la familia se acostumbren a la idea de tener otro niño en casa, podrán disfrutar de los muchos aspectos positivos de tener una gran familia..

1 comentarios!:

Anónimo dijo...

Esta es la etapa que estoy pasando yo. La verdad que al inico es dificil,hay dias en los qu eno doy mas. nadie dijo que seria facil..jeje
Es cansador, pero tan gratificante!! ademas como siempre las mujeres nos adapatamos a todo.
hermoso y super util el blog, te felicito
besotes